El Jardín Lunares
Personajes: Un dragón, un gnomo, un ratón
Contexto y Escenario: En un jardín secreto que solo florece bajo la luna llena.
El Jardín Lunares
En un jardín secreto que solo florecía bajo la luz de la luna llena, vivía un dragón llamado Lúmina. Era un dragón de escamas brillantes que reflejaban la luz de la luna, y su corazón era tan grande como su tamaño.
Un día, mientras exploraba su jardín mágico, Lúmina conoció a un pequeño gnomo llamado Nix. Nix era travieso y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Juntos, comenzaron a jugar entre las flores que brillaban como estrellas.
Mientras se divertían, un ratón llamado Pip se acercó tímidamente. Tenía miedo del gran dragón, pero Lúmina le sonrió y le dijo: “No temas, pequeño amigo. Aquí todos son bienvenidos.” Pip, al escuchar estas palabras, se sintió más seguro y se unió a ellos.
Los tres amigos comenzaron a explorar cada rincón del jardín, donde las flores cantaban suaves melodías y los árboles susurraban secretos. Pero de repente, una nube oscura cubrió la luna, y el jardín comenzó a apagarse. Las flores dejaron de brillar y los árboles se quedaron en silencio.
“¿Qué haremos?” preguntó Nix con preocupación. “¡Sin la luna, nuestro jardín se desvanecerá!” Lúmina recordó entonces que el amor y la amistad podían iluminar cualquier oscuridad. Juntos, formaron un círculo, tomados de las patas, y comenzaron a hablar de sus sueños y risas.
Entonces, como por arte de magia, la luz de la luna comenzó a brillar de nuevo, iluminando el jardín con un resplandor cálido. Las flores despertaron y comenzaron a bailar, llenando el aire de alegría.
Desde ese día, Lúmina, Nix y Pip aprendieron que la amistad puede ser más poderosa que cualquier oscuridad y que, juntos, podían enfrentar cualquier desafío.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo pasamos por un zapatito roto... y mañana te cuento otro.
Autor: Generado con IA, prompt por Fernanda Moya.
Este cuento es de la categoría: Amistad
Imágenes y textos creados mediante IA.
La amistad y el amor pueden iluminar hasta los momentos más oscuros.
