Personajes: Un gnomo, un elfo
Contexto y Escenario: En un valle donde las flores hablan en susurros.
En un espléndido valle, donde las flores hablaban en suaves susurros, vivían un gnomo llamado Tilo y un elfo llamado Lirael. Cada mañana, el sol iluminaba el paisaje, y las flores comenzaban a contar historias sobre el viento y las estrellas.
Un día, Tilo encontró una flor de pétalos dorados. Mientras la admiraba, escuchó su suave voz: "Tu alma es noble, gnomo. Si quieres, puedo ayudarte a encontrar la felicidad que buscas." Tilo, intrigado, aceptó la oferta de la flor.
Lirael, que había estado cerca, oyó la conversación y decidió unirse a su amigo en la búsqueda. Juntos, siguieron el sendero que les indicó la flor, pasando por prados llenos de margaritas que reían y juncos que cantaban.
Llegaron a un claro iluminado por la luna y vieron un árbol gigante. Sus ramas estaban llenas de luces brillantes como estrellas. La flor dorada susurró: "Aquí está la felicidad que buscan, pero deben recordar que no se encuentra en lo material, sino en los momentos que compartan juntos."
Tilo y Lirael se miraron y comprendieron que la verdadera felicidad no era la riqueza, sino la amistad y los recuerdos que creaban juntos. Se sentaron bajo el árbol y, mientras las flores murmuraban melodías tranquilas, dieron rienda suelta a sus historias y risas.
Desde aquel día, el gnomo y el elfo aprendieron a valorar cada instante y a disfrutar de la belleza del valle, donde las flores seguían susurrando secretos de felicidad.
La verdadera felicidad se encuentra en la amistad y los momentos compartidos.