El Unicornio y el Elfo en la Pradera de Estrellas
Personajes: Un unicornio, un elfo
Contexto y Escenario: En una pradera donde las estrellas caen como lluvia.
El Unicornio y el Elfo en la Pradera de Estrellas
En una pradera mágica donde las estrellas caen como lluvia, vivía un hermoso unicornio llamado Liria. Su pelaje brillaba con destellos plateados, y su cuerno resplandecía bajo la luz de las estrellas. Liria paseaba por la pradera cada noche, disfrutando de la paz que le brindaba el canto de la brisa y el suave tintineo de las estrellas que tocaban el suelo.
Cerca de allí, un elfo llamado Elian también observaba el espectáculo de las estrellas. Era un elfo curioso y amable, siempre buscando la oportunidad de aprender algo nuevo. Una noche, decidió acercarse a Liria para hacerle compañía. Con su voz suave, le dijo:
- Hola, Liria. ¿No es hermosa la lluvia de estrellas?
Liria sonrió y respondió:
- Sí, Elian. Cada estrella tiene un deseo y una historia. ¿Te gustaría conocer alguna?
Elian, emocionado, asintió con la cabeza. Liria guió a Elian por la pradera, deteniéndose bajo cada estrella que caía. Mientras lo hacía, compartía las historias de los deseos que las estrellas contenían. Algunos deseaban amor, otros paz, y algunos simplemente deseaban ser recordados.
Después de explorar la pradera, Elian se dio cuenta de que la belleza de las estrellas no solo estaba en su luz, sino en los deseos que llevaban. Se volvió hacia Liria y dijo:
- Gracias por mostrarme esto. Comprendí que cada uno de nosotros tiene un deseo, y compartirlo puede iluminar la vida de otros.
Liria sonrió feliz, y juntos continuaron observando la lluvia de estrellas, sabiendo que cada deseo, por pequeño que fuera, podía tocar el corazón de alguien.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo pasamos por un zapatito roto... y mañana te cuento otro.
Autor: Generado con IA, prompt por Fernanda Moya.
Este cuento es de la categoría: Fantasía Infantil
Imágenes y textos creados mediante IA.
La verdadera belleza de los deseos radica en compartirlos, ya que al hacerlo iluminamos la vida de quienes nos rodean.
