La Cueva de las Historias
Personajes: Un dragón, un caballero, un gnomo
Contexto y Escenario: En una cueva donde las paredes cuentan historias.
La Cueva de las Historias
En un bosque encantado, había una cueva mágica donde las paredes brillaban con luces de colores. Cada vez que alguien entraba, escuchaba susurros de historias antiguas. Un dragón llamado Fuego, que no era feroz como los demás, sino amable y curioso, vivía allí. Su mejor amigo era un pequeño gnomo llamado Gorbo, que siempre soñaba con aventuras.
Cierta tarde, un valiente caballero llamado Sir Valiente se acercó a la cueva, buscando tesoros y gloria. Al entrar, vio las luces y escuchó los murmullos de las historias. Fascinado, se detuvo y decidió explorar.
Fuego, al notar la llegada del caballero, se asomó detrás de una roca. "¡Hola! No debes tener miedo. Aquí no hay peligros, solo relatos de valentía y amistad", dijo el dragón con su voz suave.
Sir Valiente, sorprendido, se giró hacia el dragón. "He venido a buscar un tesoro, pero ahora me doy cuenta de que este lugar es más valioso que cualquier oro, ya que guarda historias", respondió el caballero.
Gorbo se acercó y sonrió. "Esas historias son un tesoro que debemos compartir. Cada una de ellas nos enseña algo importante sobre la valentía y la amistad. ¿Por qué no nos quedamos a escuchar juntos?"
El caballero asintió, y los tres se acomodaron en el suelo de la cueva. A medida que las historias se contaban, comprendieron que el verdadero tesoro no era la gloria ni el oro, sino las conexiones que se formaban entre ellos.
Desde ese día, la cueva se convirtió en su lugar de encuentro, donde las historias fortalecían su amistad, recordándoles que el valor no solo reside en los actos heroicos, sino también en compartir y escuchar.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo pasamos por un zapatito roto... y mañana te cuento otro.
Autor: Generado con IA, prompt por Fernanda Moya.
Este cuento es de la categoría: Relaciones
Imágenes y textos creados mediante IA.
El verdadero valor de la vida se encuentra en las conexiones que hacemos y en las historias que compartimos.
