Personajes: Un hada, un fénix
Contexto y Escenario: En una montaña donde las nubes tienen colores brillantes.
En lo alto de una montaña donde las nubes brillaban en tonos de rosa, azul y dorado, vivía un hada llamada Lira. Su luz iluminaba cada rincón del lugar, haciendo que los colores de las nubes danzaran al ritmo de su magia.
Un día, mientras disfrutaba de la belleza del amanecer, un majestuoso fénix llamado Arion descendió del cielo. Sus plumas brillaban con el fuego del sol y, al aterrizar, hizo que las nubes vibraran en melodías resonantes.
Lira se acercó, asombrada por la presencia del fénix. "¿De dónde vienes, noble criatura?" preguntó, con la voz suave como el murmullo del viento.
"Vengo de un lejano lugar, buscando refugio en esta montaña mágica," respondió Arion. "Mis alas brillan, pero a veces, también caen cenizas. He viajado para renacer y encontrar paz en este lugar."
Intrigada, Lira decidió ayudarlo. Usó su magia para crear una lluvia de estrellas que iluminara el camino hacia un nuevo renacer. Arion, cautivado, se dejó llevar por la luz, y así, las cenizas se transformaron en hermosas flores que adornaron la montaña.
Con el tiempo, Arion se convirtió en un guardián de la montaña, protegiendo a los seres de la naturaleza. Junto a Lira, formaron un vínculo inquebrantable, recordando que la caída puede ser solo el comienzo de algo hermoso.
Y así, en la montaña de nubes coloridas, ambos aprendieron que, aunque haya momentos difíciles, siempre hay una oportunidad para renacer y florecer.
Las dificultades pueden ser el inicio de algo hermoso; siempre hay una oportunidad para renacer.