Personajes: Un dragón, un unicornio
Contexto y Escenario: En un campo de flores que cambian de forma y tamaño.
En un mágico campo de flores donde cada pétalo cambiaba de forma y tamaño, vivían dos amigos muy especiales: un dragón llamado Fabri y un unicornio llamado Lira.
Fabri, con su brillante escamas verdes y alas de color dorado, siempre volaba entre las flores, disfrutando de su dulce fragancia. Lira, con su reluciente cuerno plateado, caminaba por el campo dejando un delicado rastro de luz a su paso.
Un día, mientras Fabri jugaba en el aire, se dio cuenta de que Lira parecía triste. Decidió acercarse y preguntarle qué sucedía.
—¿Por qué estás tan callada, amiga? —inquirió Fabri, posándose suavemente a su lado.
—Siento que las flores no me quieren —respondió Lira con un susurro—. Todas son tan diferentes y hermosas, mientras que yo soy solo un unicornio.
Fabri sonrió y miró a su alrededor. Las flores, aunque variadas en formas y tamaños, todas lucían bellas en su singularidad.
—Lira, cada flor en este campo es especial y única, igual que tú. A veces, las diferencias nos hacen más hermosos.
Lira reflexionó sobre las palabras de su amigo. Mientras pensaba, observó cómo las flores comenzaron a cambiar de forma y tamaño, como si respondieran a su alegría. De repente, las flores comenzaron a girar y danzar, creando un hermoso espectáculo que llenó el aire de risas y colores.
Desde ese día, Lira entendió que ser diferente era lo que las hacía especiales. Juntos, el dragón y el unicornio siguieron explorando el mágico campo, celebrando la belleza de su amistad y la diversidad a su alrededor.
Ser diferente es lo que nos hace especiales y únicos. Celebrar nuestras diferencias puede crear belleza en el mundo.