Personajes: Una niña, un dragón, una hada
Contexto y Escenario: En un bosque encantado, la niña y la hada buscan al dragón que ha perdido su magia.
En un bosque encantado, donde los árboles susurraban secretos y las flores brillaban como estrellas, vivía una niña llamada Luna. Un día, mientras exploraba, se encontró con un hada llamada Estrella, que parecía preocupada.
- ¿Qué sucede, Estrella? - preguntó Luna.
- Nuestro amigo, el dragón Fuego, ha perdido su magia - respondió el hada, suspirando. - Sin su magia, el bosque también estará en peligro.
Decididas a ayudar, Luna y Estrella emprendieron una aventura para encontrar al dragón. Tras horas de búsqueda, dieron con Fuego, quien estaba sentado junto a un lago, con las alas caídas y una mirada triste.
- ¿Por qué no puedes volar? - le preguntó Luna.
- He olvidado cómo hacerlo - respondió el dragón, mirando al suelo.
Estrella se acercó y le dijo: - La magia nunca se pierde del todo, solo se oculta en nuestro interior. Debes recordar quienes eres y que eres especial.
Luna, recordando las palabras del hada, tomó la mano de Fuego y le dijo: - ¡Vamos, tú puedes! Cierra los ojos y piensa en lo que más amas de ser dragón.
Fuego respiró hondo, pensó en volar entre las nubes y sentir el viento en sus alas. En ese momento, un destello de luz brilló a su alrededor y, con un gran aleteo, volvió a elevarse en el aire.
- ¡Lo logré! - exclamó Fuego, lleno de alegría.
Desde entonces, el dragón no solo recuperó su magia, sino que también aprendió a compartirla. Luna y Estrella, por su parte, comprendieron que a veces, los seres queridos solo necesitan un poco de apoyo para redescubrir su fuerza interior.
Siempre es importante apoyar a nuestros amigos en momentos difíciles, porque a veces, solo necesitan recordar quiénes son.