El Hechizo del Bosque
Personajes: Una bruja, un gato, un ratón, una lechuza
Contexto y Escenario: En una cabaña en el bosque, la bruja, el gato, el ratón y la lechuza preparan un hechizo para restaurar el equilibrio de la naturaleza.
El Hechizo del Bosque
En una cabaña enclavada en lo profundo del bosque, una bruja llamada Elara se preparaba para realizar un importante hechizo. Su fiel gato negro, Noche, se acurrucaba a su lado observando con curiosidad.
Afuera, un ratón llamado Rápido correteaba entre las hojas secas, recogiendo ingredientes. Sabiendo que necesitaban todos los elementos, había llegado a la cabaña decidido a ayudar.
Poco después, una lechuza sabia y anciana, llamada Luna, posó sus alas sobre la ventana y, con un suave hoot, se unió al grupo. “El equilibrio del bosque está en peligro”, dijo con voz grave. “Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde”.
Elara sonrió y comenzó a mezclar hierbas y cristales, mientras Rápido traía piedras preciosas de un rincón del bosque y Noche se aseguraba de que todo estuviera en orden. Luna, con sus profundos ojos dorados, guiaba el proceso, recordando los antiguos hechizos. Juntos, trabajaron con armonía, cada uno aportando su habilidad especial.
Finalmente, con un destello de luz y un canto melodioso, Elara lanzó el hechizo. Un viento suave recorrió el bosque y, como por arte de magia, los árboles comenzaron a florecer, los ríos a cantar y los animales a regresar. El equilibrio se había restaurado.
Contentos, los amigos se abrazaron, sabiendo que habían cumplido una importante misión. Desde aquel día, Elara, Noche, Rápido y Luna se convirtieron en guardianes del bosque, protegiendo y cuidando de la naturaleza juntos.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo pasamos por un zapatito roto... y mañana te cuento otro.
Autor: Generado con IA, prompt por Fernanda Moya.
Este cuento es de la categoría: Aventura
Imágenes y textos creados mediante IA.
La unión de diferentes talentos y habilidades puede lograr grandes cambios y restaurar el equilibrio en el mundo.
