Personajes: Un dragón, un unicornio
Contexto y Escenario: En una pradera donde las estrellas se esconden entre las flores.
En una pradera mágica donde las estrellas se escondían entre las flores, vivía un dragón llamado Fuego y un unicornio llamado Luz. Fuego era fuerte y valiente, pero a menudo se sentía solo. Luz, en cambio, era amable y risueña, y siempre estaba rodeada de amigos.
Una noche, mientras Fuego volaba sobre la pradera, vio a Luz jugando con otras criaturas. Sintió un pequeño dolor en su corazón. Decidió acercarse y, con su gran voz, dijo: '¿Puedo unirme a ustedes?'. Las criaturas lo miraron con miedo, pero Luz, recordando que la verdadera amistad no ve apariencias, sonrió y dijo: 'Claro que sí, Fuego. Todos son bienvenidos aquí!'
Fuego, un poco inseguro, se unió al juego. A medida que la noche avanzaba, las estrellas comenzaron a brillar más intensamente, llenando la pradera de luz. Fuego se dio cuenta de que podía jugar sin miedo, y Luz lo alentó a deslizarse por el suelo cubierto de flores. Al principio, el dragón se sentía torpe, pero con risas y alegría, encontró su ritmo.
Cuando la luna estaba en su punto más alto, Fuego y Luz, cansados pero felices, se sentaron a contemplar las estrellas. En ese momento, el dragón comprendió que la verdadera fuerza no solo reside en el poder, sino también en la amistad y la aceptación.
Desde esa noche, Fuego y Luz se volvieron inseparables, y la pradera se llenó de risas y luz, donde las estrellas nunca volvieron a esconderse entre las flores.
La verdadera amistad se basa en la aceptación y el valor de compartir momentos juntos, sin importar las diferencias.