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Personajes: Un dragón, un elfo, un gnomo
Contexto y Escenario: En una cueva que resplandece con luz propia.

La Cueva Brillante

Había una vez en un bosque encantado, un dragón llamado Drako que vivía en una cueva resplandeciente. Esta cueva, hecha de cristales mágicos, brillaba con mil colores y era el hogar de muchos seres mágicos.

Un día, un elfo llamado Elion decidió visitar la cueva, intrigado por su resplandor. Mientras exploraba, se encontró con un gnomo llamado Timo, que estaba cuidando un pequeño lago de aguas cristalinas.

“¡Hola, Elion!” dijo Timo con una sonrisa. “¿Te gustaría conocer a Drako?”

Elion, emocionado, asintió, y juntos caminaron hacia el fondo de la cueva. Allí, encontraron a Drako, quien estaba rodeado de joyas y tesoros relucientes.

“Bienvenidos, amigos. ¿Qué les trae a mi hogar?” preguntó el dragón, que con su gran voz resonante, pareció hacer vibrar las piedras de la cueva.

Elion explicó que buscaba la fuente de la luz que iluminaba el bosque. Drako sonrió y dijo, “Esta luz proviene de la amistad y la bondad que compartimos aquí. Cuando trabajamos juntos, nuestra luz brilla aún más”.

Elion y Timo se miraron, comprendiendo la verdad que el dragón compartía. Así que decidieron pasar el día ayudando a Drako a organizar sus tesoros, riendo y compartiendo historias.

Al caer la noche, la cueva resplandeció con más fuerza, reflejando la alegría de la amistad. Desde ese día, Elion, Timo y Drako se convirtieron en los mejores amigos, iluminando el bosque con su alegría.


Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo pasamos por un zapatito roto... y mañana te cuento otro.
Autor: Generado con IA, prompt por Fernanda Moya.

Este cuento es de la categoría: Amistad
Imágenes y textos creados mediante IA.



La verdadera luz del corazón proviene de la amistad y el trabajo en equipo.

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