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Personajes: Un hada, un niño
Contexto y Escenario: En una montaña de nieve que nunca se derrite.

El Hada de la Montaña de Nieve

En lo alto de una montaña de nieve que nunca se derrite, vivía un pequeño niño llamado Lucas. Un día, mientras jugaba en la suave nieve, encontró un destello de luz entre los copos blancos. Curioso, se acercó y descubrió a un hada con alas brillantes.

—¡Hola, niño! Soy Lira, el hada de la nieve. ¿Te gustaría conocer la magia de esta montaña?

Lucas, con los ojos llenos de asombro, asintió. Lira lo llevó volando sobre la montaña, mostrándole los glaciares relucientes y los árboles cubiertos de escarcha. Juntos, jugaron en los campos nevados, creando muñecos de nieve que cobraban vida y bailaban a su alrededor.

Sin embargo, después de un rato, Lucas comenzó a sentir frío. Los copos de nieve, aunque bellos, eran fríos y helados, y él, cansado, le dijo a Lira:

—Es divertido, pero la nieve es muy fría. ¿No hay un lugar cálido por aquí?

Lira sonrió y lo llevó a un pequeño claro, donde había un cálido fuego mágico. Mientras se calentaban, el hada le dijo:

—Lucas, a veces nos dejamos llevar por la belleza de lo que nos rodea, pero es importante encontrar un equilibrio. Disfrutar de la magia, pero también buscar el calor y la comodidad.

Después de compartir una tarde maravillosa, Lucas regresó a su hogar, llevando consigo un nuevo entendimiento. Desde aquel día, cada vez que jugaba, recordaba la importancia de cuidar su bienestar en medio de la belleza del mundo.


Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo pasamos por un zapatito roto... y mañana te cuento otro.
Autor: Generado con IA, prompt por Fernanda Moya.

Este cuento es de la categoría: Hadas
Imágenes y textos creados mediante IA.



La belleza puede ser cautivadora, pero siempre es esencial buscar el equilibrio y cuidar de nuestro bienestar.

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