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Personajes: Un niño, un dragón, un hada, un gnomo, un elfo
Contexto y Escenario: En un campo de lavanda, el niño, el dragón, el hada, el gnomo y el elfo encuentran una piedra que brilla al atardecer.

La Piedra Brillante del Campo de Lavanda

Era un hermoso atardecer en un vasto campo de lavanda. Un niño llamado Leo, curioso y aventurero, paseaba entre las flores moradas cuando, de repente, vio un resplandor que llamaba su atención.

Al acercarse, descubrió una piedra brillante en el suelo, iluminada por los últimos rayos del sol. Fascinado, Leo tocó la piedra y, en un instante, apareció un dragón de escamas doradas llamado Drako.

“¡Hola, Leo! He estado esperando que alguien encontrara la piedra mágica. Esta noche, todos los seres del bosque vendrán a ver su luz”, dijo Drako emocionado.

Justo en ese momento, un hada llamada Lira, con alas de brillo plateado, se unió a ellos. “La piedra tiene el poder de conceder un deseo a quien la encuentre, pero solo si lo comparte con sus amigos”, explicó ella.

Leo se sintió emocionado. “¡Quiero que todos mis amigos vengan a disfrutar de este mágico momento!”, exclamó. En un abrir y cerrar de ojos, aparecieron un gnomo llamado Gallo y un elfo llamado Elen.

Juntos, rodearon la piedra y disfrutaron de la gloria del atardecer, riendo y jugando entre las fragantes flores. La piedra brillaba intensamente mientras ellos compartían historias y sueños, sintiéndose más conectados que nunca.

Cuando la luz de la piedra alcanzó su máximo esplendor, todos hicieron un deseo en silencio, sabiendo que la magia estaba en su amistad.

Al final de la noche, Leo comprendió que el verdadero poder de la piedra no estaba en el deseo, sino en la unión de sus corazones.


Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo pasamos por un zapatito roto... y mañana te cuento otro.
Autor: Generado con IA, prompt por Fernanda Moya.

Este cuento es de la categoría: Amistad
Imágenes y textos creados mediante IA.



La verdadera magia reside en la amistad y en compartir momentos con quienes apreciamos.

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