Personajes: Un conejo, un zorro, un búho, un ciervo, un tejón
Contexto y Escenario: En un bosque mágico, el conejo, el zorro, el búho, el ciervo y el tejón encuentran una piedra que brilla al atardecer.
En un bosque mágico, donde los árboles susurraban secretos y las flores danzaban al compás del viento, un conejo llamado Bruno, un astuto zorro llamado Lucho, un búho sabio llamado Orelio, un ciervo elegante llamado Dario y un tejón curioso llamado Tino decidieron aventurarse al caer la tarde.
Mientras caminaban, los rayos del sol comenzaron a apagarse y la luna apareció tímidamente en el cielo. Fue entonces cuando encontraron una piedra que brillaba intensamente, como si dentro de ella guardara la luz de mil estrellas.
Intrigados, los cinco amigos se acercaron. Lucho, el zorro, se atrevió a tocar la piedra y, de repente, escucharon una voz suave que emanaba de ella:
“Soy la Piedra de la Amistad. Mi brillo es el reflejo de la unión entre aquellos que se cuidan y respetan.”
Los amigos se miraron, comprendiendo que no se trataba solo de la belleza de la piedra, sino del vínculo que compartían. Orelio, el búho, dijo:
“La verdadera magia reside en nuestra amistad, en cómo nos apoyamos y nos entendemos.”
De inmediato, el brillo de la piedra iluminó más intensamente y llenó sus corazones de calidez. Entendieron que, aunque eran diferentes, cada uno tenía un valor único que contribuía a su grupo.
Así que, aquella noche, se sentaron alrededor de la piedra, compartiendo risas y sueños bajo el manto estrellado del cielo, prometiendo cuidar y valorar su amistad para siempre.
La verdadera amistad se construye en el respeto y en el apoyo mutuo, ilumina nuestras vidas y nos hace más fuertes.