Personajes: Riquete, la princesa, el rey. Contexto: Un príncipe inteligente pero feo y una princesa hermosa pero tonta aprenden a amarse por sus cualidades internas, rompiendo hechizos.
Había una vez un rey que deseaba tener hijos. Su anhelo se cumplió con el nacimiento de un príncipe, pero era diferente a los demás: tenía un copete en la cabeza. La Reina, preocupada por la apariencia de su hijo, consultó a una hada, quien le aseguró que Riquete sería muy inteligente y amable.
A medida que Riquete crecía, su aspecto extraño lo alejaba de otros niños y le causaba tristeza. Sin embargo, su corazón bondadoso y su gran inteligencia lo hacían especial. Un día, en el bosque, encontró a una hermosa princesa que lloraba. Era la Princesa Fea, quien, a pesar de ser bella, había sido maldecida con la incapacidad de ser amada.
Riquete, viendo su sufrimiento, la consoló y la ayudó a recuperar la felicidad. En agradecimiento, la princesa aceptó su compañía y pronto ambos se convirtieron en grandes amigos. Con el tiempo, la verdadera belleza de Riquete brilló, y la Princesa Fea se enamoró de él.
El hada, al ver el amor entre ellos, decidió romper las maldiciones: Riquete se volvió guapo y la princesa se convirtió en la más hermosa de todas. Al final, ambos se casaron y vivieron felices, enseñando a todos que la verdadera belleza está en el corazón.
No juzgues a los demás por su apariencia, ya que la verdadera belleza reside en la bondad y el amor.