Personajes: La cigarra, las hormigas. Contexto: Una cigarra pasa el verano cantando, mientras las hormigas trabajan duro para el invierno. Cuando llega el frío, la cigarra sufre las consecuencias de su pereza.
Había una vez una cigarra que pasaba el verano cantando y disfrutando del sol. Mientras tanto, su vecina, la hormiga, trabajaba arduamente recolectando comida y preparando su hogar para el invierno. La cigarra se reía y le decía a la hormiga que debería relajarse y disfrutar del buen clima.
Cuando llegó el invierno, la cigarra, sin alimento ni refugio, se sintió muy hambrienta y fría. Recordó cómo había despreciado el trabajo de la hormiga y se dio cuenta de su error. Desesperada, fue a buscar a la hormiga y le pidió ayuda.
La hormiga, aunque compasiva, le recordó que había advertido a la cigarra sobre la importancia de trabajar y ahorrar para los días difíciles. A pesar de la tristeza de la cigarra, la hormiga decidió ayudarla, compartiendo un poco de comida, pero también le enseñó una valiosa lección sobre la planificación y el esfuerzo.
Desde ese día, la cigarra nunca volvió a menospreciar el trabajo y comprendió que hay momentos para divertirse y otros para prepararse. Aprendió que el equilibrio entre el trabajo y el ocio es esencial para la vida.
Es importante equilibrar el trabajo y el ocio, planificando para el futuro.