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Personajes: El emperador, los sastres, los ciudadanos. Contexto: Unos sastres engañan al emperador haciéndole creer que le han confeccionado un traje invisible para los tontos.

El Traje Nuevo del Emperador

En un lejano reino, vivía un emperador que se preocupaba más por su vestimenta que por su reino. Un día, unos astutos dos hiladores llegaron al palacio y afirmaron tener la habilidad de hacer un traje nuevo, invisible para aquellos que fueran tontos o incompetentes.

Intrigado y un poco vanidoso, el emperador les encargó el traje. Los hiladores comenzaron su trabajo, pero en realidad, no estaban haciendo nada. El emperador, al enviarlo a ver cómo iba la confección, no quiso admitir que no podía ver nada por miedo a ser considerado tonto.

Finalmente, el emperador fue presentado con el “traje” que, en realidad, era aire. Orgulloso, decidió lucirlo en un desfile. Todos los súbditos, temiendo ser tildados de tontos, fingieron admirar el traje inexistente. El pueblo lo alababa, mientras el emperador desfilaba con su traje imaginario.

Sin embargo, un niño en la multitud, con la inocencia de la infancia, exclamó: “¡Pero si no lleva nada puesto!” La verdad salió a la luz, y todos se dieron cuenta de la farsa. El emperador, avergonzado, comprendió que había caído en la trampa de su propia vanidad.

Desde entonces, el emperador se convirtió en un gobernante más sabio, aprendiendo a valorar lo esencial sobre las apariencias.


Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Lo pasamos por un zapatito roto... y mañana te cuento otro.
Autor: Hans Christian Andersen, Texto adaptado por IA.

Este cuento es de la categoría: Cuentos Tradicionales
Imágenes y textos creados mediante IA.



La verdad y la honestidad son más valiosas que la apariencia superficial y la vanidad.

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