Personajes: El príncipe rana, la princesa, el rey. Contexto: Una princesa debe cumplir su promesa y ayudar a una rana encantada, que en realidad es un príncipe bajo un hechizo.
Había una vez una hermosa princesa que, mientras jugaba cerca de un estanque, perdió su valioso aro de oro. Desesperada, se sentó a llorar. De repente, un sapo apareció y le ofreció recuperar su aro a cambio de su amistad. La princesa, al principio asqueada, aceptó por la necesidad de recuperar su tesoro.
El sapo trajo el aro de nuevo, y la princesa, aunque reticente, prometió ser su amiga. Sin embargo, el sapo le pidió algo más: quería acompañarla a palacio. La princesa, llena de desdén, lo llevó en su mano y apenas podía soportar su compañía.
Una vez en el palacio, la princesa se negó a permitir que el sapo se sentara a la mesa con ella. Frustrado por su actitud, el sapo volvió a su forma de príncipe, revelando que había sido maldecido por un hechizo. La princesa se horrorizó al darse cuenta de cómo había desestimado a su verdadero amigo.
Arrepentida, decidió aceptar al príncipe y, al hacerlo, se rompió el hechizo. Juntos, aprendieron a valorarse y se enamoraron, convirtiéndose en una pareja feliz.
La verdadera belleza y valor no se encuentran en las apariencias, sino en la bondad y la amistad.