Personajes: El Hombre de las Narices, los niños curiosos. Contexto: Un hombre con muchas narices es temido por los niños del pueblo, quienes deben descubrir su secreto.
Había una vez un hombre que tenía unas narices tan grandes que asustaban a todos los que lo miraban. Era un hombre solitario que vivía en un pequeño pueblo. A pesar de su apariencia, tenía un corazón bondadoso y siempre ayudaba a los demás en secreto.
Un día, el pueblo se enfrentó a una gran sequía. Los ríos se secaban y la gente comenzaba a desesperarse. El hombre de las narices decidió que debía hacer algo. Sin que nadie lo supiera, empezó a cavar un pozo en el campo. Trabajó durante días y días, hasta que, finalmente, el agua brotó del suelo.
Los aldeanos se dieron cuenta del milagro y se preguntaron quién podría haberlo hecho. Mientras tanto, el hombre de las narices continuaba con su vida, sin buscar reconocimiento. Un día, un niño curioso lo vio trabajando y descubrió su secreto. Al contarle a los demás, el pueblo se reunió para agradecerle al hombre por su valentía y generosidad.
Aunque nunca quiso ser el centro de atención, el hombre aprendió que su bondad había hecho una gran diferencia en la vida de muchos. A partir de ese día, el pueblo no solo vio su gran nariz, sino también su gran corazón y la admiración por él creció.
El hombre de las narices se dio cuenta de que, aunque a veces la apariencia puede asustar, lo que realmente importa es el valor y la bondad que hay en el interior de cada persona.
La verdadera belleza se encuentra en la bondad y las acciones de una persona, no en su apariencia.