Personajes: Un niño, un dragón, una mariposa
Contexto y Escenario: En un jardín mágico, el niño y la mariposa ayudan al dragón a encontrar su fuego perdido.
Había una vez un niño llamado Lucas que exploraba un jardín mágico lleno de flores brillantes y árboles danzantes. Un día, mientras caminaba, conoció a una mariposa de colores vibrantes llamada Lila.
—¡Hola, Lucas! —dijo Lila—. He visto a un dragón que llora cerca del lago. ¡Vamos a verlo!
Intrigado, Lucas siguió a Lila hasta el lago, donde encontró a un dragón enorme y triste, con escamas que brillaban como el sol.
—¿Por qué lloras, querido dragón? —preguntó Lucas.
—He perdido mi fuego —suspiró el dragón—. Sin él, no puedo volar y mi hogar, la montaña, está en peligro.
Lucas y Lila se miraron preocupados. Decidieron ayudar al dragón a recuperar su fuego. Recordaron que en el jardín mágico había flores que brillaban con la luz del sol.
—Quizás si juntas flores de luz, el fuego vuelva a ti —sugirió Lila.
Así que Lucas y Lila comenzaron a recoger las flores brillantes. Al hacer un gran ramo, el dragón se acercó y aspiró la luz brillante. De repente, su pecho comenzó a brillar y un cálido fuego emergió de su boca.
—¡Lo he encontrado! —exclamó el dragón, feliz—. ¡Gracias, amigos!
Con su fuego resplandeciente, el dragón pudo volar hacia la montaña y proteger su hogar. Lucas y Lila lo despidieron, sintiéndose orgullosos de haber ayudado a su nuevo amigo.
Desde aquel día, siempre que el dragón volaba, llevaba consigo a Lucas y Lila en su corazón, recordando que, juntos, podían superar cualquier desafío.
La amistad y la colaboración son esenciales para resolver problemas y ayudar a quienes nos rodean.